Hoy, al presentarme ante mi Padre Celestial, tuve una sensación de añoranza, las lágrimas comenzaron a salir sin que pudiese detenerlas. Le pedí al Señor que me ayudara a identificar el origen de ese sentimiento y así lo hizo...
Me quedé meditando en aquellas cosas que no está en nosotros resolverlas pero que sin proponérselo ocupan un buen tiempo de nuestros pensamientos. Incertidumbre, impotencia, ilusión y desasosiego, son algunos factores que se combinan cuando algo se está forjando dentro del corazón...
Al darme cuenta de la realidad, es decir, que por mucho o poco que piense en aquello que no está en mí solucionarlo, mi llanto fue en aumento, pero inmediatamente Dios trajo a mi mente y no como consuelo si no como una realidad evidente, cada una de las victorias que Él me ha dado...
Como cuando niña usó mi vida para ayudar a mi madre a sacar adelante a sus hijos por la enfermedad de mi padre…
Cuando me ayudó a traer a este mundo a dos hijos completamente sanos aún cuando su concepción no fue la indicada…
Cuando secularmente me ha permitido estar a la par de aquellos inalcanzables por las barreras de la sociedad…
Cuando salvó mi vida durante el huracán Mitch…
Cuando salvó mi vida de una muerte segura al derrumbarse mi casa a las 4am mientras dormía…
Cuando ha usado mi vida para salvar a otros…
Cuando no me dejó tocar fondo ante la crisis personal…
Cuando dispuso en su infinita misericordia usarme como instrumento y llegar a Cedros a declarar Su Palabra…
Cuando rescató mi vida de la muerte durante un coma…
Cuando me permite ver día a día hombres y mujeres restaurados por su amor…
Cuando me permite ver crecer a mis hijos sanos, con amor y pasión por Él…
Cuando anhelo llegar a casa a descansar y tener una cama o un sofá donde hacerlo…
Y todo aquello que no se puede comprar ni con todo el dinero del mundo… Amor
Entonces, aquello que trae añoranza pero que en la realidad no se puede resolver, se manifiesta pero con calma y aunque insista a mostrarse con mucha fuerza, está la seguridad de que Dios ya tiene el control...
Hoy seguiré de frente, determinada estoy… No se si el sol, alumbrará mi ventana… diré con toda el alma, llorando en alta voz, porque Vives Señor, no temeré y me enfrentaré al mañana, aunque lo que traiga consigo, no sea grato a mi alma…
1 comentario:
Esta es la carta de presentación o el resumé, que un buscador de gente férrea y luchadora, gustaría leer.
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