Esa sensación, ese vacío sin fin, una grieta muy grande en la pared del corazón, grieta que se agranda mientras más se escarba…
La soledad ha hecho “su toma de posesión”
¡Lo ha celebrado!
Ha traído invitados especiales: El dolor, el llanto, la añoranza, el alejamiento… Ellos han dicho ¡Vamos a quedarnos más tiempo, no hay prisa…!
¿Cuándo terminará la festividad?
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