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Recitación

No lo niego mi Señor…
Me lo indicaste,
Que al aceptar Tu llamado,
La lucha no iba a ser fácil… 

Pero Señor… ¡Míralos!
Viene de ellos, los de adentro…
Es precisamente de ellos,
De quien menos espero…

Es que no ven mi trabajo?
Cual padre responsable con sus retoños!
Desvelando preocupación sin lucro,
Pienso que su proceder es injusto…

Recuerdas Dios,  aquel día?
Que mi corazón sin par sufría…?
Salí a predicar muy sonriente,
Mientras mi corazón lloraba calladamente…

Bajé anhelando el cálido abrazo,
Con la seguridad de su empatía…
Más sólo hubo una petición,
Necesito que ore por mi familia…

Qué dolor, Dios mío…
Sólo deseo calor humano,
Es lo que se supone que el pastor reciba,
De su redil y su rebaño…

Pero hijo mío… Por qué te duele?
Es por tu nombre o por  Mi Nombre?
Te haría bien el recordarte,
Que al igual que ellos, tú eres hombre…

Cual padre responsable con sus retoños?
Así has velado por ellos?
La responsabilidad que te He delegado,
Va más allá de darles heno…

Por qué tu queja llega a Mi Oído?
No has considerado a los hombres bíblicos?
Recuerdas a Ezequiel y dónde lo envié?
A gente de dura cerviz,
Aunque estaba triste en su espíritu…

Puedo abrazarte porque eres Mi hijo,
Indiferente jamás Seré a tu queja,
Pero no olvides que no es tu sacrificio,
Quien les da a ellos la vida eterna…

Es el sacrificio de Mi Hijo,
Que les da la gracia no merecida,
Pero la gracia dada a ellos,
Es la misma que alcanza tu vida...

Tu sacrificio y esfuerzo,
Jamás se hallará en vano,
Pues aún Tengo para ti, extendida,
Mi protectora y Poderosa Mano…

Permíteme Señor te lo pido,
Sesgar ante Ti mi mirada,
Ahh mi Dios… perdona esta boca mía…
Qué bien me haría ante Ti, doblar mi alma…

Susténtame, mi Dios te pido…
Con la fuerza de Tu llamado
Hazme Señor un hombre digno,
De cuidar aquí en la tierra, Tu rebaño

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